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JOSE CARDEL MURRIETA

Foto del escritor: Jose Gomez HJose Gomez H

SINTESIS BIOGRAFICA

REDACTADA POR SU HIJO-ING. ARMANDO CARDEL AGUILAR-

DATOS TOMADOS: DE LA 1ra EDICION DEL LIBRO DE CARDEL/SEMINARIO DE HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD VERACRUZANA (MONOGRAFIA) - FACEOOK RUBEN RODRIGUEZ GONZALEZ – ARCHIVO AGUSTIN CASASOLA – ARCHIVO GENERAL DEL ESTADO – WIKIPEDIA – PINTERES – PLUMA LIBRE – AGUAPASADA.COM -


José Cardel Murrieta (1860-1923)

-Foto tomada de monografía de editora gob-

< Nació a fines del siglo pasado, en la Congregación de Carretas, Municipio de Paso de Ovejas.

Fueron sus padres Don José Cardel y Doña Manuela Murrieta.

Matrimonio humilde dedicado a las labores agrícolas. El padre era arrendatario de pequeñas fracciones de terreno.

Al morir su padre, su señora madre, lo envió a estudiar a Orizaba, en donde vivían algunos parientes, con los que encontró alojamiento y protección. - (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >



< En vista de que su estancia en Orizaba y el sostenimiento de sus estudios de José Cardel Murrieta, resultaban más costosos cada año nuevo, su madre lo traslado a la Ciudad de Xalapa.

Cuando ya estaba instalado y seguía sus estudios, doña Manuela falleció, sumándose a esta angustia el despojo que sufrió de las pocas tierras y ganado que le heredo su señora madre, debido a que los terratenientes voraces del lugar.

Por problemas económicos, para poder continuar sus estudios y sostenerse, tuvo que vender sus casas, que en Xalapa había comprado su señora madre, hasta quedarse sin nada.

Entonces tuvo que abandonar la escuela para dedicarse a trabajar, ingresando como empleado en una casa vendedora de máquinas de coser Standard, de la ciudad.

En la casa donde trabajaba conoció a una joven que estudiaba costura y enseñaba el manejo de las maquinas, llamada María Aguilar Rebolledo con la que hizo buena amistad, y al poco tiempo, celebraron nupcias.

Ya había estallado la Revolución, y José Cardel, ya casado, fue a formar parte del Ejército Constitucionalista a las órdenes de Don Venustiano Carranza, siendo jefe en varias ocasiones de la escolta de los trenes y durante mucho tiempo fue pagador de la tropa, ya con grado de Mayor.

Estuvo presente en varios hechos de armas, en donde demostró valor y arrojo, llevando siempre una vida agitada, azarosa y llena de peligros, pero siempre estuvo a su lado para alentarlo, valerosa e inseparable esposa, sufriendo toda clase de incomodidades, de angustias y todo lo que implica una vida en campaña militar.

Debido a una epidemia falleció su única hija llamada Evelia, quedándole dos varones más pequeños que eran José Manuel y Armando.

En la batalla de Aljibes José Cardel Murrieta fue comisionado para trasladar a los heridos a los hospitales más cercanos que encontrara para su atención médica. De Aljibes. - (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >





Ataque a Aljibes en algunos vagones Mayo 1920 - Archivo Agustín Casasola -

< José Cardel Murrieta fue a radicarse al puerto de Veracruz, en donde se vio en la necesidad de dedicarse a diversas actividades para sostener a su numerosa familia, pues sus hijos ya eran para entonces cinco, cuyos nombres en orden descendente de edades, eran: José Manuel, Armando, Eloy, Evelia y Celia, de los cuales solamente viven Armando, Eloy y Evelia, pues los otros fallecieron.

Desempeño los trabajos de Inspector de pieles, alcoholes y pulques, estableció una carbonería.

En una ocasión radico en el Tejar donde se dedicó a la fabricación de ladrillo; regreso a Veracruz, donde fabrico también ladrillo, manejo un negocio de carretelas (calandrias), estableció una lechería y cuando se construyó la Plaza de Toros en Villa del Mar, fue comisionado para que vigilara la obra y al terminarla, lo nombraron Encargado de dicha obra. - (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >

< La plaza de toros de Villa del Mar en la ciudad de Veracruz, estaba ubicada un poco al norte del salón y balneario del mismo nombre., fue construida en madera, por lo que puede verse en las fotos– (Aguapasada.com) >


Localización de la plaza de toros de Villa del Mar en un plano de la década de 1920. - Fuente de foto: Rubén Rodríguez González / Facebook.

< Era más grande que la plaza de toros que existió en la Laguna, la plaza fue inaugurada el 13 de Marzo de 1921 y aunque se cree que la destruyó el huracán del 26 de Septiembre de 1926, parece que no fue así ya que se encontró una fotografía aérea de años después y todavía estaba en pie. – (Aguapasada.com) >


Iinterior de la plaza de toros con su amplia gradería y el ruedo. Al centro, el torero está preparándose para da la estocada en la plaza de toros de Villa del Mar en los años 1920. - Fuente de foto: Rubén Rodríguez González / Facebook-




Interior del salón de baile de Villa del Mar. En la parte izquierda, al fondo, se ve la estructura de madera de la plaza de toros. Por el momento, es la única foto disponible en donde se aprecia el exterior de la plaza de toros. - Fuente de foto: Rubén Rodríguez González / facebook

< Mientras José Cardel Murrieta atendía sus trabajos, Doña María, su esposa, hacia ropa para vender, y sus hijos mayores recorrían todas las calles del puerto para ofrecer en venta tales ropas, con lo cual se ayudaban en los gastos de la casa.

Muchas de las ocasiones José Cardel acompañaba a sus hijos en el recorrido diario de la ciudad, para la venta de las prendas de vestir hechas por su esposa.

Estableció una hortaliza, en los terrenos donde se construyó el Auditorio del Puerto, en la Avenida Díaz Mirón.

Las verduras obtenidas las entregaba a los locatarios de uno de los mercados de la época, llegando a establecer un pequeño puesto de frutas y legumbres que el mismo producía.

Con la idea, de seguir la lucha por los principios revolucionarios, se traslada a Salmoral, brindándole alojamiento y alimento don Bartolo González, quien con entusiasmo secunda a José Cardel Murrieta en la lucha que se iniciaba. - (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >



< Se dedicó a cultivar una pequeña facción de terreno que le facilitaron los vecinos del lugar, quienes, además, le ayudaron a levantar una pequeña choza en que alojar a su familia.

Cuando terminaban las arduas labores cotidianas del campo, José Cardel se reunía con los campesinos del lugar, para platicar de los diversos problemas que se presentaban para obtener la dotación de su ejido, lo cual fue logrando mediante la previa organización de su Comité Ejecutivo Agrario.

Pero la idea fundamental era la de seguir orientando a los habitantes del campo, a los campesinos, para que formaran sus Comités Ejecutivos Agrarios para la creación de nuevos ejidos en los poblados de todo el Estado, cuya actividad representaba una peligrosa empresa, pues como ya se dijo, los terratenientes tenían los jefes de armas de su parte, habiéndose distinguido entre otros por sus persecuciones encarnizadas a los agraristas, el del Puerto de Veracruz, que en esa época luchaba también en contra del Gobierno legalmente constituido, en apoyo del señor Adolfo de la Huerta, que pretendía la Presidencia de la Republica.

A pesar de los peligros que representaba la lucha, pues por diferentes partes del Estado se asesinaban campesinos, el grupo de Salmoral se prestaba a la iniciación de tan peligrosa aventura, pero para ello hacía falta un guía, una cabeza y al preguntar uno del grupo, en una de tantas reuniones, quien sería ese guía, José Cardel contesto que el asumía tan delicada responsabilidad y desde luego se hicieron los planes para desarrollar la importantísima misión, destacando en estos trabajos, junto con José Cardel, Don Bartolo González, Salvador González, su hijo, y otros muchos vecinos del lugar.

Por los primeros meses del año de 1923, llegaron a Salmoral: Úrsulo Galván, Manuel Almanza, Sostenes Blanco y otras personas más, quienes por encargo del Sindicato de Inquilinos del Puerto de Veracruz, que dirigía Herón Proal, pensaban en organizar a los campesinos en Comités Ejecutivos Agrarios por todo el Estado, para el establecimiento de ejidos; con tal motivo se suceden reuniones para planear el trabajo, durando a veces hasta altas horas de la noches las pláticas, haciendo amenas las reuniones con canciones revolucionarias entonadas por unas damas de lucha, que acompañaban al grupo en su gira. - (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >





Herón Proal. Foto de Agustín Casasola, 1922



Úrsulo Galván R (1893-1930) – Foto tomada de Wikipedia-










Manuel Almanza -Foto tomada de AGE-

< De estas reuniones salieron comisionados para dirigirse a diferentes partes del Estado a organizar los comités que ya se mencionaron.

Fueron en esas reuniones de Salmoral en donde se habló de constituir una organización formada por los campesinos del Estado, para luchar con más fuerza por la repartición de las tierras, por el respeto a las leyes agrarias y por las garantías a los ejidatarios para que pudieran trabajar sus tierras sin temores, garantizando, a la vez, sus vidas, surgiendo así la idea de crear la Liga se Comunidades Agrarias del Estado.

Como una prueba más del momento de peligro que vivió la familia Cardel, vamos a relatar el siguiente acontecimiento:

La choza en que vivía la familia estaba de un camino que conducía de la estación de ferrocarril a un barrio, así se le nombraba, en que vivían la mayor parte de los terratenientes del lugar, estando Salmoral más o menos a la mitad de dicho camino, y desde luego, la casa de José Cardel, la cual estaba separada del camino de referencia, por una cerca de alambre de púas. - (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >


< Cierto día estando José Cardel con su esposa y sus hijos fuera de la choza, a un lado de la puerta que daba al camino, junto con varios campesinos que gustaban de platicar con él, un grupo de jinetes como de 8 hombres, encabezados por una persona que se decía era el Coronel Eduardo Loyo, se pararon frente a la casa para preguntar quién era José, quien se levantó para contestar que él era, y pregunto que se le ofrecía.

Acto continuo todos los jinetes, que eran terratenientes, desenfundaron sus pistolas con las que encañonaron a José Cardel, a su esposa y a sus hijos, diciéndole con indignación, que si no sabía de quien eran los caballos que había cogido presos, a lo que contesto que lo único que sabía era que andaban haciendo daño en las siembras de los campesinos, motivo por el cual los remitió a La Antigua, que entonces era Cabecera Municipal, para que quedaran en calidad de detenidos, a fin de sus propietarios los reclamaran y pagaran los daños causados.

Dicho lo anterior, los de acaballo contestaron en forma amenazante y en voz alta.

Pues para que otro día pregunte de quien son los animales, haciendo un movimiento con la clara intención de disparar sus armas, y en ese instante, con extraordinaria agilidad José Cardel se lanzó de cabeza hacia adentro de la casa, en tanto que un grupo de campesinos armados con sus 30-30, preparaban sus armas desde el otro lado del camino, cuya aptitud observaron los jinetes, y por lo tanto, emprendieron la huida, y cundo aun iban cerca, a una distancia en que fácilmente podían ser blancos de las carabinas de los campesinos, estos les gritaron a José Cardel si les hacían fuego.

Pero el, respetuoso siempre de las leyes y no queriendo manchar su nombre como un asesino, les grito que no lo hicieran, pues eso se arreglaría por la vía legal, salvando así las vidas de aquellos enemigos que, pocos meses después, habían de asesinarlo a él, sin ninguna consideración, en la forma más vil y despiadada que pueda imaginar, como veremos más adelante.

Así también, una vez más, José Cardel se había salvado, junto con su familia de una muerte segura. - (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >






< Continuaba la lucha sin cuartel con miles de peligros y careciendo de alimentos, pues hubo ocasiones, en que por mucho tiempo la alimentación se reducía a plátanos hervidos.

Esta situación desesperante no era motivo de desaliento, pues se redoblaban los esfuerzos y se seguían organizando Comités Agrarios y más Ejidos, como fueron notificados de que debían concurrir todos los integrantes de los comités a una reunión que se verificaría en la ciudad de Xalapa, con el objeto de constituir la Central Campesina Estatal, con el apoyo decidido del entonces Gobernador de la Entidad, el C. Ingeniero y General Adalberto Tejeda.

El día 23 de Marzo del año de 1923, se realizó la reunión convocada en el Teatro Lerdo de Tejada, con la asistencia de 128 delegados campesinos, que llegaron de diversos rumbos del Estado, y con la presencia del señor Procurador de pueblos de la Entidad, del señor Delegado de la Comisión Nacional Agraria, del señor Presidente y el Vocal de la Comisión Local Agraria, se procedió a la constitución de la Primera Liga de Comunidades Agrarias de nuestro país.

La Liga de Comunidades Agrarias del Estado de Veracruz.

Después de discutir y aprobar las bases que regirían las actividades de la Liga, se procedió a elegir la Mesa Directiva, la cual quedo integrada por los elementos siguientes:

Presidente.- Úrsulo Galván Reyes.

Primer Secretario.- José Cardel Murrieta.

Segundo Secretario.- Antonio Marroquín Carlón.

Tesorero.- Isauro Acosta.

De tan trascendente acontecimiento se levantó el Acta Constitutiva de nuestra organización, cuyo documento fue elaborado por José Cardel, nuestro biografiado, en su calidad de Primer Secretario, como ya se dijo.

Entre los firmantes, se encuentra José Cardel Murrieta.

Al fundarse la Liga, la lucha siguió más encarnizada, pues los terratenientes con sus Guardias Blancas (La Mano Negra) y el apoyo de fuerzas armadas de algunas jefaturas, entre las que se distinguió la del puerto de Veracruz, perseguían con verdadera fobia a los campesinos y los asesinaban despiadadamente. - (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >


< Las oficina de la Liga desde el primer día en que fue fundada, se establecieron en una casa que se encontraba casi en ruinas, de la Avenida Allende, en el número 14, cuyo local se acondiciono para que en él se alojara la familia Cardel también.

Nuevamente, la esposa de José Cardel, doña María, juntamente con sus hijos, volvieron a vivir momentos de angustia, pues en una ocasión, estuvieron en inmenso peligro, de ser asesinados, como se observara en el siguiente relato.

Cierto día, un grupo de campesinos se encontraban en la sala de la casa, habiendo dejado sus armas sobre una mesa central que servía de escritorio, cuando irrumpió un numeroso grupo de Guardias Blancas al servicio de los terratenientes, como ya se dijo, con las pistolas en la mano intimando a los campesinos a quienes desarmaron y tratando de localizar a Cardel, seguramente para asesinarlo, lo cual no lograron por encontrarse en esos momentos en pláticas con el General Tejeda.

Doña María que presentía la posibilidad de que tanto a ella como a sus hijos los pudiera asesinar también, con la ayuda de unos campesinos, arrojaron prácticamente a los hijos por sobre una barda que dividía el local de la Liga con la casa de la familia Duran, saliendo ella por la puerta de la casa a la calle, temerosa de que le dispararan los pistoleros.- (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >


General Sixto Adalberto Tejeda Olivares (1883-1960) Foto tomada de Wikipedia


< Como un acto de estricta justicia, es preciso señalar la valiosa contribución a la causa agraria prestada por tan sufrida como valerosa mujer, Doña María Aguilar Rebolledo, esposa de José Cardel, pues además de apoyar y alentar a su esposo en la peligrosa lucha.En ese local de la calle de Allende, en que por primera vez inicio sus trabajos la recién constituida Liga, todos los días y hasta altas horas de la noche, Doña María hacia café, tortillas y otros alimentos en regular cantidad, para paccionárselos a los numerosos grupos de campesino que, de diario, se refugiaban en la casa, perseguidos por los pistoleros de los terratenientes, con la intención de asesinarlos.

Sin apasionamiento de ninguna especie y con toda sinceridad y honradez, estimamos que los méritos de tan valiosa mujer en la lucha agrarista, no se le ha reconocido debidamente. Solo se le ha asignado una pequeña pensión, inicialmente acordada por el distinguido General Tejeda y que generosamente los gobernadores del Estado, que se han sucedido hasta la fecha, le han seguido otorgando dicha pensión, de lo que ella siempre se ha manifestado muy agradecida al igual que su familia.

Con motivo del levantamiento de armas de Adolfo de la Huerta, se registró un hecho muy lamentable para la causa agraria, pues en la ciudad de Xalapa fue atacada por tropas que apoyaban a De la Huerta, encontrándose ausente don Adalberto Tejeda, entonces Gobernador.- (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >


Escritor José Mancisidor (1894-1956) –Foto tomada de pinterest-


< La plaza fue defendida con valor, por tropas del General Berlanga y por grupos de campesinos a quienes les consiguió armas José Cardel que, junto con él, el distinguido escritor José Mancicidor y otros campesinos que tenían alguna representación, como dirigentes de la Liga, tales como Sostenes Blanco y Antonio Carlón, colaboraron en dicha defensa, teniendo que abandonar la plaza ante la superioridad numérica del enemigo y los recursos de armamento de que disponían. Ante la imposibilidad de salir de inmediato de la ciudad. José Cardel Murrieta, Antonio Marroquín Carlón y Sostenes Blanco, se vieron en la necesidad de esconderse, lo cual hicieron en un sótano que se localizaba en una vecindad de la calle que hoy lleva el nombre de Úrsulo Galván.

Antonio Marroquín Carlón y Sostenes Blanco tuvieron la oportunidad de poder abandonar su refugio, no queriéndolo hacer José Cardel Murrieta por su sentido de responsabilidad.

Ya que al salir de la Ciudad tendría que abandonar la Liga que había quedado bajo su cuidado y atención, lo cual no quiso hacer y permaneció en el escondite.

Desgraciadamente al siguiente día en que salieron Antonio M. Carlón y Sostenes Blanco, fue denunciado José Cardel Murrieta y aprehendido, habiendo antes enviado un recado a su esposa Doña María.

Dándole instrucciones, en el sentido de que, con la ayuda de algunos campesinos, trasladaran el archivo y otras pertenencias de la Liga que pudieran ser comprometedores y para que no cayeran en manos de los enemigos, en una casa situada en la Av. Hidalgo, en cuyo patio fueron enterradas las cosas que pudieran sacarse del local de la avenida Allende, en donde estaban las oficinas de la Liga, como ya quedo explicado.

La esposa de José Cardel, al tener conocimiento de que había sido puesto preso José, desesperadamente trató de localizar el lugar en que lo tenían detenido, sin lograrlo, habiendo sabido que lo trasladaron a Veracruz, para donde se encamino doña María con sus hijos. - (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >




< Habiendo conseguido alojamiento y alimentos n una casa de una familia amiga, de dicha ciudad, siguiendo incansable, desde luego, la búsqueda de su marido, a quien lo tenían preso en el cuartel que estaba ubicado en la esquina de las calles de Rayón e Independencia, a donde todos los días Doña María le llevaba café y algún otro alimento que le proporcionaba la familia con quien vivía.

Del cuartel antes mencionado, cambiaron a José Cardel a otro que estaba localizado en el edificio que hoy se denomina Palacio Federal, de la calle 5 de Mayo y Rayón.

Doña María, además de llevarle a José Cardel, todos los días, café y algunos otros alimentos, como ya se dijo, no tenía ni un momento de reposo, pues trataba de entrevistarse con los jefes militares para ver si podían dejar en libertad a José Cardel, o cuando menos le orientaran sobre los trámites a seguir para lograrlo, sin que nadie le ayudara.

Uno de tantos días de desesperada actividad para lograr su objeto, logro hablar con el entonces Gobernador Interino del Estado (Ángel Casarín), quien le prometió hacer lo posible porque trasladaran a José Cardel a Xalapa, en donde estaría más seguro.

Pero como en esos días se celebraban las festividades acostumbradas de las posadas y la navidad, dicho personaje le contesto con la mayor tranquilidad, que por el momento no era posible, y que pasadas las fiestas lo harían, cuya actitud aumento más la desesperación de Doña María, pues pensaba que más importaban las diversiones que la vida de un hombre.

Siguió la esposa de Don José Cardel su peregrinar angustioso, logrando hablar con Adolfo de la Huerta, que por esos días estaba en el puerto, recibiendo promesas, pero solo eso, promesas de que no le harían nada a su esposo.

El día 24 de Diciembre de 1923, Doña María Aguilar como todos los días, llevo café a José Cardel y cuál sería su dolor cuando al llegar al cuartel ya no lo encontró, suplico con desesperación a todo mundo que le informara sobre el lugar en que se encontraba su esposo, y en su angustia imploraba que aunque fuera el cadáver se lo entregaran si es que ya lo habían asesinado, recibiendo siempre la misma respuesta, que no sabían. - (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >


< Como el señor De la Huerta abandono el puerto en esos días, el jefe de las armas en ese lugar quedo con amplias facultades y dueño de la situación, circunstancia que aprovecho un compadre de dicho Jefe Militar y el más encarnizado y primer enemigo de José Cardel, un prominente terrateniente para pedir a dicho jefe que le entregara a José Cardel, lo cual obtuvo al momento.

Supo lo anterior Doña María y también le informaron que el terrateniente que se alude y otros más de la misma calaña, llevaron a José Cardel Murrieta, a la Estación del Ferrocarril Interoceánico denominada entonces San Francisco de las Peñas, mismo que hoy lleva el nombre JOSE CARDEL en honor a tan limpio mártir revolucionario y agrarista por Acuerdo del Inolvidable General Adalberto Tejeda.

En dicho lugar se supo que el día 24 de Diciembre de 1923 y aparte de la noche del mismo, tuvieron preso a José Cardel oculto dentro de la construcción que sirve de base al tanque de agua de la Estación para uso de los trenes habiéndolo sacado en la madrugada del día 25 de Diciembre de 1923, para que nadie se diera cuenta, para llevarlo al lugar donde habían de asesinar.

Al sacar a José Cardel del lugar indicado, le cortaron las plantas de los pies y así lo hicieron caminar varios kilómetros hasta un lugar denominado Mozomboa.

Perteneciente al municipio de Actopan, en donde con toda la crueldad y salvajismo le cortaron la lengua, lo apuñalaron y a manera de blanco, cada uno de los cafres asesinos pasaba por turno a disparar sus pistolas, cobardemente, a un hombre inerme, diciéndole con verdadera actitud diabólica: ¿Querías tierras para tus campesinos? ¡Pues ahí te van tus tierras!

Al momento de disparar, hasta que saciados de sangre y de su macabro festín, optaron por despedazarlo jalándolo de piernas y brazos a cabeza de silla.

¡Que desilusión! ¡Qué vergüenza!

Así murió José Cardel, limpio y honrado luchador incansable por los ideales revolucionarios, por la redención de las parias, por los humildes campesinos, quienes a pesar de su valiosa contribución a las luchas libertarias de nuestra patria, y en particular de la gran Revolución de 1910. . - (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >


< No se les hacía justicia en esa época, a pesar del triunfo de ese movimiento armado, y que todavía en nuestros días, aún siguen padeciendo hambre de justicia y pan, a pesar de los grandes esfuerzos por redimirlos que hacen nuestros gobiernos de extracción revolucionaria.

Así quedaron los restos mortales de José Cardel abandonados en el monte, en las tierras que con tanto amor y sacrificio lucho por obtener para los campesinos, en esas tierras que con su sangre generosa habían de fecundar y fructificar, llevando pan y abrigo a los humildes campesinos desheredados de la fortuna, y un limpio ejemplo digno de seguir por las generaciones presentes y futuras.

Así quedo una viuda más y unos huérfanos como hubo tantos, en la más espantosa miseria, sin que hubiera quien les tendiera la mano amiga para aliviar su desventura, solamente el valor, la entereza y el esfuerzo de una madre que haciendo ropa para vender pudo dar de comer a sus hijos, darles abrigo y una educación inicial.

Hasta que, al entrar triunfante con sus tropas al puerto de Veracruz el General Adalberto Tejeda, Doña María, justamente con sus hijos, lo entrevisto en el Hotel Imperial en donde se alojó, y de inmediato ordeno que le dieran una ayuda económica y que al regularizarse su Gobierno se le asignaría una pensión, lo que se cumplió oportunamente.

Aunque no quisiéramos consignar las ingratitudes humanas, que con frecuencia observamos, nuestra conciencia se revela y nos obliga a lamentarlas, pues en este caso a partir del asesinato de José Cardel, nadie se preocupó porque sus restos fueran localizados, hasta que el ilustre Licenciado Don Ángel Carvajal, siendo Gobernador Interino del Estado, a los 26 años del sacrificio del esforzado luchador José Cardel, generosamente organizo una comisión encargada de buscar los despojos mortales de dicho líder, labor un tanto difícil, pero que se realizó con tesón noche y día hasta lograr su objetivo, encontrando fragmentos de hueso derruidos y casi pulverizados por la acción del prolongado tiempo. - (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >










Gobernador interino 1948-1950 Ángel Carvajal Bernal, (1901-1985) foto tomada de pluma libre

< Los restos mortales de José Cardel fueron incinerados y colocados en una pequeña urna, cuyas cenizas se velaron en el poblado de Salmoral, en donde José Cardel Murrieta con su familia vivieron momentos de angustia y de terror por los múltiples peligros que tuvieron que sortear.

La urna que contenía las cenizas del ilustre paladín de los derechos de los campesinos, fue trasladada a la ciudad de Xalapa por carretera, a lo largo de la cual recibía el saludo póstumo y de gratitud de los campesinos de los pueblos por donde pasaba el cortejo fúnebre.

Al llegar a la capital del Estado la urna fue depositada en uno de los nichos del majestuoso monumento erigido en la cúspide del cerro del Macuiltepetl, dedicado para los defensores de los derechos de los campesinos y fundadores de la gloriosa Liga de Comunidades Agrarias del Estado.

Precisamente junto al nicho donde descansan los restos de Úrsulo Galván fueron colocados los de José Cardel Murrieta, simbolizando así en la muerte la unión que en vida los ligo: El Ideal Agrario. - (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >





Sepulcro de Úrsulo Galván foto del 28 de julio de 1931 -Foto tomada del AGE-

< Tan significativo acto tuvo verificativo el día 28 de Julio de 1949.

26 años después, de su sacrificio, acaecido el 25 de Diciembre de 1923 como ya se dijo, precisamente cuando la euforia de las fiestas navideñas embargaba las almas humanas.

En la fotografía que ilustra estos datos biográficos, se representa el acto en que se depositaria la urna en el monumento, en donde puede verse al señor Licenciado Don Ángel Carvajal, Gobernador entonces Interino del Estado, sosteniendo la pequeña urna con las cenizas del mártir José Cardel Murrieta, ayudando en el acto Doña María Aguilar Viuda de Cardel y uno de sus hijos, el Agrónomo Armando Cardel Aguilar.

En tan sentido acto, el Licenciado Carvajal pronuncio una elocuente oración fúnebre, con esa elocuencia que siempre le ha caracterizado, exaltando los méritos de José Cardel Murrieta a pesar de su breve participación en el movimiento agrario, ya que sus enemigos los terratenientes, reconocían en él un serio peligro para el logro de su malévolas ambiciones y por lo tanto trataron de eliminarlo lo más pronto posible, máxime que el asumía por entonces la máxima responsabilidad al frente de la recientemente constituida Liga de Comunidades Agrarias del Estado. . - (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >


< NOTA.- LA FOTOGRAFIA QUE SE MENCIONA NO ESTA ANEXADA EN LA EDICIONES DE LA EDITORA DEL GOBIERNO DEL ESTADO.

En la actualidad, el nombre de José Cardiel Murrieta es llevado por una ciudad, escuelas primarias y secundarias, centros preescolares, planteles del colegio de bachilleres, hospitales, calles, colonias, barrios y organizaciones populares. En la ciudad epónima del líder campesino comunista se le ha erigido un monumento. Con lo que se evidencia que José Cardel Murrieta permanece vivo en la memoria del campesinado y el pueblo de Veracruz.- (Dato de la 1ra edición del Libro Historia de Cardel - Monografía) >

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